Como cada año, la Asociación española de fantasía, ciencia-ficción y terror (AEFCFT) publica la antología Visiones con una selección de relatos nunca publicados y en esta ocasión escogidos por Mariano Villarreal, colaborador de diversas revistas especializadas y responsable de la página web Literatura fantástica. Éstas antologías son un buen punto de mira para descubrir nuevos talentos escondidos o para ir consolidando escritores que poco a poco se van haciendo un agujero dentro del panorama fantástico.
La elección es ecléctica y engloba tanto obras de ciencia-ficción como de cariz fantástico o de fantasía sobrenatural. Algunas de ellas se decantan por un estallido de imaginación en torno a los niños (El coche rojo, El hombre del saco...), otros se centran en la ambigüedad para ofrecernos temas más terroríficos (Entre las sábanas, Su carne en mí carne...). En definitiva, una muestra de lo que se está escribiendo actualmente tanto en el estado español como países iberoamericanos.
Nacidos en el estrecho, escrito por el conocido Fran Ontanaya es un cuento de marcado acento social donde en un futuro no muy lejano Europa se ve vertida al desastre y las direcciones de las corrientes migratorias son el contrario de las actuales, de manera que muchos europeos salen en patera -o directamente por el fondo del mar con prodigiosos equipos submarinos- a la aventura africana. Correcto, bien escrito pero quizás con poco contenido. El relato sirve para hacernos dar cuenta de lo efímero que puede llegar a ser nuestro bienestar actual.
Sergio Mars nos presenta Diagnóstico preventivo, un relato mesurado que nos rodea de un ambiente aparentemente relajado -la consulta de un médico- y de una conversación agradable para ir dejando pistas sobre un final chocante. Una pareja espera los resultados de unos tests genéticos que le han practicado a su hijo. Lo que no saben es cuál tendría que ser el mejor resultado que pueden esperar.
Tiempo nos introduce en la metafísica del tiempo pero de manera un tanto confusa. Es un relato que puede dar mucho de sí pero que el resultado final se escapa un poco de las premisas iniciales. Irregular.
Posiblemente la mejor prosa de la antología la encontramos en Entre las sábanas del argentino Germán Amatto. Se trata de un relato narrado con mucha fuerza que combina la paranoia y el terror fantástico. Me ha encantado la prosa directa del autor. Es una historia escrita en primera persona que nos deja perplejos: Un hombre dominante que maltrata a menudo a su mujer sospecha que detrás del jarrón que ésta ha comprado hay algo de maligno, de aterrador. No sabremos si la paranoia que muestra el protagonista es fundada o no pero el cierto es que el protagonista nos hace sufrir con sus actos. Muy buena.
Invasión es una historia que combina la ciencia-ficción y el terror en un entorno catastrofista como pocos. Un día la gente empieza a comportarse de forma extraña y deja de tener ganas de vivir. Sólo los que están cerca de los bebés acabados de nacer parecen inmunizados contra la extraña enfermedad. Es una historia bastante original y entretenida que busca la ansiedad y el terror de saber que dependemos de bebés de pocos meses para sobrevivir en un mundo que ha sufrido un cataclismo. Un final digno de nuestras peores pesadillas.
En Después del último aliento, un padre cruel es a punto de morir mientras en la habitación del lado su hija está a punto de dar a luz. Historia de terror fantástico entorno a la muerte y la vida. Bien escrita, con un estilo sobrio y efectivo pero que peca de ser bastante previsible.
El diós reflejado en el espejo se presenta como un cuento que forma parte de una recopilación más amplia sobre los viajes de un marinero árabe, imitando los viajes de Simbad. La aventura y los ritos religiosos destacan en una historia que acaba ocurriendo de forma algo confusa. Quizás si la situáramos dentro del contexto del resto de cuentos encontraríamos una mayor empatía con ella.
David Prieto ha estructurado su relato, Hijos del pantano bajo la visión de diversos personajes y realizando saltos en el tiempo para otorgar a la historia una cierta complejidad. Pero el invento funciona a medias pues el lector tiene a veces dudas sobre lo que está leyendo y eso resiente la comprensión de la historia. Además el autor utiliza un recurso tramposo (el nombre de uno de los personajes) para presentarnos un argumento de fantasmas y muerte. Eso sí, los párrafos de ambientación están muy bien conseguidos, no tanto, el argumento en sí.
El coche rojo es un cuento que evidencia que a veces la simplicidad puede resultar la mejor arma de una historia. Tenemos delante una pequeña obra de arte que juega con las influencias de los cuentos de hadas y la magia más pura para ofrecernos a través de un ejercicio de nostalgia, una historia sencilla pero efectiva. Un hombre vuelve al pueblo después de muchos años para comprar un juguete mágico que tenía cuándo era pequeño. Pero se llevará una sorpresa. Magnífico.
Otra gran obra de la recopilación es Su carne en mi carne, la cual nos propone un relato escrito bajo diversos puntos de vista. Uno en primera persona, muy destacable por la profundidad y sinceridad que desprende, y los otros -también en primera persona- pero hablando y opinando a distancia. Una historia de posesión y erotismo que se mueve entre la realidad y la fantasía sobrenatural y que no se decanta exactamente por ninguno de los géneros manteniendo un equilibrio magnífico en todo momento. Muy bueno.
Una de las notas sensibles de la antología la pone Violines en el cementerio, un cuento que también se adentra en el ambiente sobrenatural pero esta vez no para asustarnos si no para desarrollar una historia fantástica de cariz más intimista. Interesante.
En Esperando que mí vida comience, el autor nos abre las puertas a un cuento sobre la enfermedad del Alzheimer que mezcla elementos fantásticos y nostálgicos. Parte de una idea muy interesante pero la narración se hace un poco pesada. Le falta ritmo.
Finalmente, El hombre del saco también nos proporciona una historia que tiene como protagonista un niño, enfermo, que utiliza la imaginación para liberarse. Es una historia curiosa pero que se pierde un poco durante su desarrollo. Lenta y con pequeñas subtramas que quedan colgadas. Posee un final loable pero un desarrollo un poco caótico.
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